jueves, 25 de diciembre de 2014

Estudiante crea estufa ecológica

Este es el modelo de la
estufa creada por
Marian Saavedra.
Cali. De las tardes de recorridos por el campo de su natal Ginebra (Valle), Marian Saavedra, estudiante de AdministraciónAmbiental de la Universidad Autónoma de Occidente, quedó con la impresión que le produjo ver todavía a los agricultores con los atados de madera al hombro y sus casas teñidas con el tizne producto de la combustión de la madera al cocinar sus alimentos.

“Esta situación alrededor de la cocina me hizo ver la necesidad de buscar una solución y de ahí salió la idea de crear una estufa ecológica”, señala Saavedra, quien está en octavo semestre. Con el lema que acompaña su creación, ‘No volvamos humo nuestros árboles y nuestra salud’, la estudiante de 22 años es una de las 10 finalistas del premio Innovadores Sociales Juveniles 2014, programa de Responsabilidad Social de Bayer en los países Andinos.

Al concurso se presentaron 150 propuestas de Ecuador, Perú, Venezuela y Colombia.

En arcilla
Esta estufa tiene un sistema cerrado que hace uso de la llama de la combustión con el alto valor calorífico del aire caliente que hoy en día es desperdiciado.

La estufa, que se puede fabricar en cemento, arcilla o lámina, cuenta con una chimenea que dirige el humo y propone utilizar como material de quema briquetas o barras energéticas de biomasa que las personas, en las áreas rurales, construyen con los materiales secos sobrantes de sus labores agrícolas, como cáscaras, tallos, hojas de los árboles y rastrojo. De esa manera, los campesinos no tendrán que tumbar más árboles para obtener leña. “La idea de poner el tubo que sirve de chimenea es para aliviar la calidad del aire dentro de la vivienda. La chimenea no tiene filtro porque las briquetas no sueltan car-gas de CO2, y no son tan contaminantes como la madera”, explica la universitaria.

Marian asegura que el apoyo de la Alcaldía de Ginebra fue determinante para poder llegar al problema y encontrar una solución, que no cuesta más de 400.000 pesos y que le puede durar no me-nos de 12 años. “Estoy agradecida con Bayer, el solo hecho de que me hayan seleccionado quiere decir que mi proyecto funciona y es importante e interesante”, agrega Marián.

Por ahora esta joven emprendedora espera que su estufa ecológica sea una solución para las doce familias campesinas del corregimiento de Campoalegre que la inspiraron para hacer este proyecto.

“Ojalá pueda generar interés en los demás habitantes de la región y del país para que se multiplique el mode-lo”, concluye la estudiante.

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